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10 COSAS QUE ESTÁS HACIENDO MAL CUANDO TE BAÑAS

Probablemente bañarte es un proceso automático para ti. Entrar en la ducha, abrir la llave y jabonarte. Sin embargo, detrás de este sencillo proceso existen varios hábitos saludables para tener una piel radiante. Los productos que usas, la frecuencia del baño y hasta qué usas para secarte, pueden tener un efecto en tu piel. En el siguiente artículo te compartimos las 10 cosas que hemos identificado que hacemos mal mientras estamos bajo la ducha.

Tomas duchas muy calientes.

Aunque el clima de verano nos pide agua fría, muchas veces nos bañamos con agua muy caliente, se siente bien, sin embargo la duchas muy calientes abren los poros, eliminan los aceites naturales y la humedad que tanto necesita la piel. Opta por una ducha tibia si no quieres gozar del agua fría.

Te duchas con mucha frecuencia.

Aunque el clima nos tiene deseando una ducha todo el día, tomar más de 2 duchas diarias puede resecar la piel porque constantemente estás eliminando los aceites naturales que mantienen tu piel humectada. Si lo vas a hacer, procura acortar el periodo bajo el agua y sólo jabonar las partes necesarias.

No estás usando los productos correctos

Revisa siempre las etiquetas de tus productos y procura que tus geles de baño estén libres de sulfatos y conservantes, estos resecan e irritan tu piel bonita.

No estás filtrando el agua.

Esto puede sonar a un lujo innecesario, sin embargo dependiendo del lugar donde vivas, el agua  más o menos dura, podría tener un efecto negativo en tu piel. El agua sin filtrar tiene minerales como el calcio y el magnesio que dejan residuos en la piel y cabello, provocando acumulación, resequedad e irritación. Si el agua dura en tu ciudad es un problema mayor, prueba con filtros en el cabezal de tu ducha que cuestan menos de S/100. Notarás los cambios.

Reutilizas la toalla de ayer.

Las telas húmedas son un caldo de cultivo para hongos, moho y bacterias. No debes utilizar tu toalla por dos días seguidos. La sensación de una tela limpia en tu piel es un sensorial que acompaña muy bien tu ritual de belleza.

Estás dejando tu esponja vegetal en la ducha.

Queremos tener nuestros artículos de baño siempre a la mano, sin embargo, no es una buena idea hacerlo con tu luffa ya que el ambiente del baño, caliente y húmedo es caldo de cultivo para las bacterias. Usar tu luffa infestada de bacterias podría causar infecciones en tu piel. Lee nuestro artículo sobre cómo cuidar tu luffa.

Estás exagerando la exfoliación corporal.

La exfoliación es uno de esos imprescindibles para el cuidado de la piel. Ayuda a deshacerse de las células muertas que se asientan en la superficie de la piel, dejándola con un aspecto opaco. Y si bien es cierto que debemos exfoliarnos todas las semanas, no debemos exagerar en la frecuencia. La exfoliación corporal debe hacerse una o dos veces por semana como máximo. La exfoliación excesiva expondrá las capas inferiores de la piel, debilitará la función de barrera de la piel y, en algunos casos, provocará inflamación” dice Dendy Engelman M.D. dermatóloga y cirujana cosmética en la ciudad de Nueva York. Cuando lo hagas elige un exfoliante que limpie e hidrate a la vez.

Te afeitas en todas las direcciones.

Si bien es cierto que es usar la máquina de afeitar en dirección contraria al crecimiento del vello te da un afeitado rápido, esto aumenta las probabilidades de irritación y de los anti estéticos vellos encarnados debido al ángulo como se afeitó el vello. El vello puede crecer dentro de la piel, en lugar de hacerlo hacia afuera. Los dermatólogos recomiendan afeitarse en dirección al crecimiento del vello.

Te estás afeitando con una máquina de afeitar muy usada.

Si estás dejando las mismas cuchillas por meses, éstas pueden causar lesiones microscópicas en tu piel que pueden infectarse y producir foliculitis, que es la inflamación de los folículos pilosos. Por eso la recomendación es cambiar la máquina de afeitar o las cuchillas cada 5 o 6 afeitadas.

No estás hidratando tu piel inmediatamente después de la ducha.

Los estudios han demostrado que la hidratación inmediatamente después del baño es significativamente mejor en comparación con la hidratación tardía o la no hidratación en absoluto. Sobretodo si te acabas de afeitar en la ducha. Las lociones hidratantes son una excelente opción, son super ligeras y se absorben muy rápido.

 

Estar a solas bajo la ducha no es sólo un momento en el día para tu cuidado corporal, es un momento a solas en intimidad con tu cuerpo y tu mente, donde aparecen las mejores ideas, donde conversas contigo, donde exfolias tus límites e hidratas tus sueños. Rodéalo de texturas y fragancias que potencien este estado mental tan lleno de paz, pensamientos positivos y energía.

 

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